Seedsman se inicia como una forma de ayudar a los cultivadores experimentados en la comercialización de sus semillas de cannabis. Seedsman nunca ha sido, ni ha pretendido ser, un proyecto de crianza, pero ha trabajado muy de cerca con sus proveedores durante años para maximizar su oferta de variedades, autóctonas, híbridas y sin hibridar. En 2007 Seedsman sacó su propia línea de semillas feminizadas a partir de variedades elaboradas por las amistades y los colaboradores que han ido haciendo a lo largo de estos años, como Sam Skunkman o Sacred Seeds. El número de variedades se ha mantenido al mínimo para mantener la máxima calidad posible. Cada variedad ofrece un sabor único y, más importante, patrones de crecimiento que muestran la genética concreta de cada variedad.