En el cultivo interior, aparte de calor y humedad, también se generan olores, tanto por parte de las propias plantas como de los productos usados. Dado que la salida de aire muchas veces tiene que dar a lugares donde estos olores puedan llegar a suponer problemas, añadir un filtro de carbón en la instalación de interior es una de las mejores formas de controlar el olor. Continuar a ler