La electroconductividad y el pH
Muchos de los problemas con las plantas se deben a cantidades anormales de sólidos totales disueltos (TDS), que se miden a través de la conductividad eléctrica (EC), o a soluciones nutrientes con un potencial de hidrógeno (pH) demasiado ácido o alcalino. En el primer caso, EC, se dan excesos o carencias de nutrientes a las plantas o se producen bloqueos en el sustrato. En el segundo caso, pH, aunque los nutrientes estén disponibles las plantas no podrán usarlos si no están un rango aceptable para ellas.
Electroconductividad (EC)
Este es un factor que no suele ser necesario medir en cultivos en tierra madre o en macetas con mezcla de turbas, pues este tipo de sustratos tienen la propiedad de retener nutrientes y son las mismas plantas las que los gestionan a través de sus raíces. En estos cultivos suele ser suficiente con respetar las indicaciones de los distintos fabricantes de fertilizantes a la hora de preparar la solución nutriente y procurar no excederse. Si se presenta algún problema de nutrientes en un cultivo en tierra suele ser más eficiente medir la EC del drenaje para saber si hay una sobrefertilización o una carencia.
Para realizar mediciones de EC es necesario tener un medidor para comprobar el nivel de sales disueltas. Estos medidores con fáciles de usar, se calibran ajustando el valor de pantalla a una solución calibradora que variará en función del fabricante. Todo lo que hay que hacer es poner el electrodo en la solución nutriente, esperar unos segundos y leer el valor de pantalla. Si el medidor de EC da valores en PPM tenemos disponibles conversores de medidas.
Los valores de EC también dependen a la temperatura en que se toman y cambian alrededor de un 2.5% por grado Celsius. La mayoría de medidores actualmente son capaces de hacer compensaciones automáticas de temperatura, por lo que no es un factor que deba preocuparnos.
Cuando una planta no puede digerir la cantidad de nutrientes disueltos en el medio por una acumulación de sales los problemas no tardan en aparecer. Causas visibles de una sobrefertilización pueden ser las hojas de color verde oscuro arrugadas hacia abajo, como con forma de garra. También podrán apreciarse manchas blancas en los puntos de drenaje de las macetas.
La razón por la que los niveles de EC son vitales para el desarrollo y crecimiento de las plantas es porque, en el momento en que están en un sustrato inerte y toda su nutrición depende de su solución nutriente, permiten controlar lo que las plantas están comiendo. Una planta de Cannabis joven aún no se ha adaptado a altos niveles de sales en la solución nutritiva, por lo que debe ser alimentada con una solución suave. A medida que las plantas empiezan a crecer y entran en la etapa de floración estarán adaptadas a una mayor concentración de nutrientes. Cuando la planta acaba de brotar la EC ideal es de 0,4, pero según va creciendo hay que aumentar la EC hasta 0,8 EC ó 0,9 EC. Cuando la planta esté en un proceso de crecimiento vigoroso se aumentará entre 1,2 EC ó 1,3 EC y al alcanzar la floración hasta 1,6 EC ó 1,8 EC. En algún caso, si la planta fuese muy muy sativa, podríamos llegar incluso hasta 2 EC, aunque esto último no es frecuente.
Hay que tener en cuenta que si el agua es blanda (EC por debajo de 0,4) tendremos que enriquecerla con sales de calcio y magnesio, o usar algún Calmag de las distintas marcas, hasta llegar a una EC de 0,4. Por el contrario, si el agua es dura habrá que usar un aparato de ósmosis inversa. En muchas ocasiones estos aparatos reducen la EC hasta niveles realmente bajos (0,01), entonces se deberá añadir agua del grifo que haya reposado previamente entre 24 y 48 horas, y así, alcanzaremos una EC más adecuada como es el 0,4, para después, ir añadiendo los fertilizantes adecuados y obtener una EC adecuada.
Los filtros de ósmosis filtran el agua por medio de presión y están compuestos por un filtro de sedimentos que retiene las partículas en suspensión que tiene el agua; un filtro de carbón para eliminar el cloro, y por último, una membrana para eliminar las sales disueltas. Su utilización consigue eliminar aproximadamente el 98% de las sales disueltas en el agua, así como el cloro y los metales pesados, grandes enemigos todos ellos de las plantas. La desventaja de los filtros de ósmosis es la cantidad de agua que se desperdicia, aunque esta agua sobrante puede ser utilizada para limpiar los utensilios (cisternas, macetas, herramientas…) con los que trabajamos.
Muchas veces, la gente recomienda el agua obtenida del aire acondicionado, pero esta práctica entraña peligro para nuestro cultivo, pues no podemos saber si ha sido contaminada por patógenos que habitan en nuestro equipos de refrigeración.
Potencial de hidrógeno (pH)
El pH es una medida de la concentración de iones de hidrógeno libres en una solución. La escala del PH va del 0 al 14, considerándose un valor de 7 como neutro, ácido todo lo que esté por debajo de 7 o alcalino todo lo que esté por encima. El pH afecta a la solubilidad de los nutrientes y a la funcionalidad de las encimas. Al igual que cuando una planta de cannabis experimenta un bloqueo de nutrientes debido a altos niveles de EC, un cambio suficientemente grande en el pH puede tener graves consecuencias. Los grandes cambios de pH ralentizarán todo el metabolismo de una planta y afectaran negativamente a su tasa de crecimiento, a la absorción de nutrientes y a su sistema inmunológico. La cantidad de nutrientes que se requiere durante las diferentes etapas de crecimiento cambia, por lo que es importante vigilar los valores de pH después de preparar la solución nutriente y evitar grandes diferencias.
El agua es diferente en cada lugar, y dependiendo de la región su pH puede oscilar entre 6 y 8.5. También el pH en una misma región puede ir variando con el paso de las estaciones. Para que las plantas se desarrollen sin problemas necesitaran un pH entre 5.5 y 7, dependiendo de su etapa de desarrollo y su medio de cultivo.
Durante el vegetativo las plantas necesitan un extra de nitrógeno, cuya absorción se facilita manteniendo un pH ligeramente ácido, mientras que durante la floración agradecerá un valor algo más alcalino. Si se cultiva en macetas con tierra lo ideal es regar siempre a pH 7, pues los sustratos preparados suelen ser de por si ácidos, de forma que al ir regando siempre a 7 las plantas empezaran el bajo valor del sustrato (muchas veces pH 5.5 o 6) hasta adaptarse al nuevo valor. En caso de cultivos hidropónicos, los valores adecuados serían en torno a pH 5.8 durante el vegetativo y en torno a 6.2 durante la floración. Nunca se debe ser demasiado preciso a la hora de establecer el pH, pues sus pequeñas fluctuaciones permiten que las plantas puedan disponer de todos los nutrientes.
Cambiar el pH de la solución nutriente es muy sencillo, independientemente de si se cultiva en tierra o en hidro. Necesitaremos algo para medir el pH, ya sea un reactivo o un medidor digital, y un subidor o un bajador de pH. Debido a que el agua ya será ácida o alcalina no será necesario tener tanto un producto para subir como otro para bajar, bastará con agregar algo más de agua si nos hemos excedido con el producto de subir o bajar el pH. Algunos productos para subir o bajar el pH son muy concentrados, por lo que conviene manejarlos con precaución o incluso diluirlos antes de usarlos. Un medidor digital de pH se utiliza igual que uno de EC, con la excepción de que muchos tienen calibración automática y en vez de ser en un punto suele ser en dos puntos (pH 4.01 y pH 7.01). El buen mantenimiento y la limpieza del medidor son esenciales para poder obtener lecturas fiables.
El pH y la EC en cultivos en tierra e hidropónicos
La capacidad de las plantas de Cannabis para absorber y utilizar los nutrientes viene determinada en gran medida por el pH, así como por las cantidades de nutrientes usadas. En los cultivos en tierra es fácil predecir como se va a comportar el medio, pues su composición ayuda a mantener un rango estable y es capaz de amortiguar pequeños errores. Son muchos los cultivadores medicinales que prefieren el cultivo en tierra por su fiabilidad. En caso de que haya algún desequilibrio acusado de nutrientes en el sustrato será suficiente con hacer un lavado de raíces, las plantas empezarán a recuperarse en un plazo de 7 - 10 días.
Los medios hidropónicos como el coco, la lana de roca o la arlita se comportan de forma diferente respecto a la tierra en lo que respecta al pH, pues no amortiguan también como la tierra. Aunque tienen muchas otras ventajas, estos medios implican estar atentos a los valores de EC y pH desde el principio. Muchos de ellos también requieren ser lavados correctamente para que no hagan bruscas fluctuaciones de pH, especialmente en el caso de la arlita. Los problemas de EC y pH se producen de forma más probable cuando se cultiva en hidroponía que cuando se hace en tierra, pues unos pocos grados de calor o de frío pueden provocar grandes cambios en ambos. La preparación de la solución nutriente es más exigente debido a que no hay componentes que amortigüen el pH ni microorganismos que faciliten la absorción de nutrientes. Una solución mal preparada puede arruinar un cultivo en cuestión de días. Si se descubren problemas en el sistema será necesario eliminar la solución nutriente y sustituirla por una nueva.
Conclusiones
Conocer el pH y la EC del agua de riego ayuda mucho a la hora de cultivar Cannabis, ya que aumenta el rendimiento y previene problemas. Aunque parezca algo extraño y raro al principio, todo cultivador debería estar más o menos acostumbrado a medir y modificar ambas cosas, especialmente en caso de querer hacer un cultivo en coco o en hidropónico. También puedes consultar nuestras entradas sobre hidroponía y aeroponía y sobre cómo elegir la tierra para tu cultivo de cannabis.