Las semillas de cannabis feminizadas son aquellas que dan lugar a plantas de marihuana con una probabilidad altísima de ser hembra, en algunos casos casi el 100%. Esto se logra obteniendo en primer lugar una planta hembra pura, que no muestre síntomas de hermafroditismo ante situaciones de estrés, y cruzandola consigo misma empleando métodos que la obligan a producir flores macho.